El Mirandés quiere volver cuanto antes a Anduva. Aunque las obras no finalizarán hasta enero, el club trabaja para que la LFP le autorice a jugar en su estadio en noviembre o diciembre. Sería sin tribuna nueva y con todos los abonados repartidos en General y los fondos. Los vestuarios serían provisionales y los jugadores saltarían al terreno de juego por la zona en la que está colocado el andamio.

La intención del Mirandés es avanzar todo lo posible en la obra y una vez retirada la maquinaria pesada, colocar un telón en ese lateral y pedir a la LFP que habilite Anduva para jugar como local mientras finaliza la obra. Aunque el club agradece al Alavés el trato recibido en Vitoria, los resultados en Mendizorroza no están acompañando y el ambiente que se genera no es el mismo. Además, para los aficionados representa mucha más molestia tener que desplazarse cada quince días que jugar en un Anduva parcialmente en obras.

Por este motivo, la entidad rojilla trata de acortar los plazos para volver a casa. Una vez colocado los pilotes y la estructura central, creen que podrían acondicionar mínimamente el estadio para cumplir con las exigencias de seguridad y de televisión. Si se cubre con una lona toda la banda, hay espacio suficiente para colocar los banquillos en la ubicación que han estado siempre y para las cámaras podrían colocarse plataformas a la altura necesaria. La sala de prensa hace ya semanas que se ha cambiado de ubicación de forma provisional y el espacio en el que se ubica el VAR, encima de los viejos vestuarios, sigue en pie porque ese edificio no se ha derribado. Ahora falta que la LFP conceda el visto bueno al retorno anticipado.